2 Timoteo 3:10–17

Reconocer la centralidad de la Palabra de Dios para perseverar en la fe y estar preparados para toda buena obra, incluso en medio de la oposición y el sufrimiento.

La vida cristiana no está libre de pruebas. Pablo le recuerda a Timoteo su ejemplo: persecuciones, sufrimientos… y también la fidelidad de Dios que lo libró de todos. Luego le advierte que todo el que quiera vivir piadosamente sufrirá persecución, pero le da una clave para perseverar: permanecer en la Palabra. Las Escrituras, inspiradas por Dios, no solo nos enseñan, sino que nos corrigen, nos forman y nos capacitan para vivir como discípulos fieles. En un mundo de confusión y engaño, la Biblia sigue siendo nuestra brújula segura. ¿Cómo puedes mantenerte firme en tu fe, confiando en la Escritura como guía segura en medio de pruebas y engaños?

• ¿Quién ha sido un modelo de fe y perseverancia en tu vida, como Pablo lo fue para Timoteo?
• ¿Qué experiencias de oposición o dificultad han puesto a prueba tu fe?
• ¿Cómo usas la Biblia en tu vida diaria: como información, inspiración o guía práctica?

1. 3:10–11 — El ejemplo de Pablo. ¿Qué recuerda Pablo a Timoteo sobre su enseñanza y estilo de vida? ¿Cómo se relacionan las persecuciones y la fidelidad de Dios? ¿Qué ejemplo puedes tomar de Pablo para tu vida?
2. 3:12 — Realidad del discipulado. ¿Qué advierte Pablo sobre los que quieren vivir piadosamente? ¿Cómo se cumple esto hoy? ¿Qué actitud debemos tener frente a la oposición?
3. 3:13–15 — Permanecer en la verdad. ¿Qué contrasta Pablo entre los engañadores y Timoteo? ¿Por qué resalta que desde niño conoció las Sagradas Escrituras? ¿Cómo puedes cultivar un hábito de permanecer en la Palabra en tu vida diaria? ¿Cómo puedes enseñar las Sagradas Escrituras a tus hijos o niños en tu entorno?
4. 3:16–17 — El poder de la Escritura. ¿Qué afirma Pablo sobre la inspiración de la Escritura? ¿Para qué sirve? ¿Cómo capacita la Palabra para toda buena obra?

Reflexión teológica
Este pasaje subraya que la vida cristiana se sostiene en dos realidades: el ejemplo de testigos fieles y la certeza de la Palabra de Dios. El sufrimiento no es una señal de fracaso, sino parte del camino del discípulo. Frente a los engaños y confusión, la Escritura inspirada por Dios sigue siendo nuestra autoridad y guía. No es solo un libro de consejos, sino la voz viva de Dios que transforma y equipa para toda buena obra. Permanecer en la Palabra es permanecer en Cristo mismo.

1. Dedica un tiempo diario a leer y meditar en un pasaje de la Escritura, buscando una aplicación práctica para tu día.
2. Elige un versículo de este pasaje (2 Timoteo 3:16–17) para memorizar y orar sobre él durante la semana.
3. Identifica un área de tu vida donde necesitas corrección o instrucción y busca en la Palabra la dirección de Dios.

Señor, gracias por tu Palabra inspirada y viva. Enséñame a permanecer en ella cada día, a dejarme corregir y formar por ti, y a vivir preparado para toda buena obra. Hazme fiel en medio de las pruebas, confiando en tu fidelidad y en la verdad de tu Escritura. Amén.