Entregando lo más valioso: Adoración práctica (Juan 12:1–11)

Reflexionar sobre lo que significa adorar a Jesús con todo el corazón, expresando gratitud no solo con palabras, sino con acciones y entrega personal, aún cuando otros no lo entiendan o critiquen.

La verdadera gratitud y adoración van más allá de lo superficial. Cuando hemos experimentado el amor y el poder de Jesús, queremos responderle con lo mejor que tenemos y somos. María no se conformó con mirar de lejos: entregó algo precioso, un acto que a muchos pareció exagerado. Pero Jesús lo valoró porque era adoración genuina. ¿Qué significa para ti adorar y agradecer a Jesús de manera práctica hoy?

• ¿Cuál ha sido el regalo más costoso o significativo que has dado a alguien? ¿Por qué lo hiciste?
• ¿Hay algo que te cueste entregar a Dios por miedo al qué dirán, o por su valor personal?
• ¿De qué manera puedes expresar gratitud práctica a Jesús esta semana?

1. María unge los pies de Jesús con perfume costoso, y la casa se llena de fragancia (v.1–3). ¿Qué motivó a María a hacer este acto tan costoso y visible? ¿Qué significa para ti “llenar la casa” de adoración y gratitud?
2. Judas critica la acción, considerándola un desperdicio (v.4–6). ¿Por qué crees que a veces otros no entienden la entrega radical a Jesús? ¿Te ha pasado que has sentido críticas o incomprensión por tus actos de fe?
3. Jesús defiende a María y afirma que ella ha anticipado su sepultura (v.7–8). ¿Qué te enseña la respuesta de Jesús sobre el valor que Él da a la adoración sincera? ¿Cómo puedes priorizar tu relación con Jesús, aún cuando otros piensen diferente?
4. Muchos judíos acuden no solo por Jesús, sino también por Lázaro, y los líderes quieren matar a ambos por el impacto de sus vidas (v.9–11). ¿Cómo puede tu testimonio y adoración provocar reacción o incluso oposición? ¿Qué decisión puedes tomar para que tu vida “huela” a gratitud y amor por Cristo?

Reflexión teológica
La adoración genuina siempre implica entrega, costo y a menudo incomprensión. Lo más valioso que podemos dar a Jesús es nuestro corazón, tiempo, recursos y testimonio. Dios mira la motivación y la autenticidad, no el precio monetario. El perfume derramado por María anticipa el sacrificio supremo de Jesús y nos reta a darlo todo en respuesta a su amor.

1. Ofrenda personal: Identifica algo significativo (tiempo, recurso, hábito, talento) y entrégalo esta semana como acto de gratitud a Jesús.
2. Adoración visible: No escondas tu fe; busca formas de expresar públicamente tu amor y gratitud a Dios, aunque sea “raro” para otros.
3. Defiende la adoración: Si ves a otros adorar con entrega, anímales y sé un ejemplo de libertad y generosidad en la fe.

Señor Jesús, quiero darte lo mejor de mi vida en gratitud y adoración. Ayúdame a vencer el miedo, la crítica y la comodidad para entregarte todo lo que tengo y soy. Que mi amor y mi ofrenda sean un testimonio vivo de lo que tú vales para mí. Amén.