La hora de decidir: Luz o tinieblas (Juan 12:27–50)

Realizar una autoevaluación sincera sobre nuestra respuesta personal al mensaje y a la persona de Jesús, entendiendo que no hay neutralidad: cada uno debe decidir si abraza la luz o permanece en la oscuridad.

Todos enfrentamos momentos de decisión: seguir el camino conocido o dar un paso de fe, quedarnos donde estamos o abrirnos a algo nuevo. Jesús, en la recta final de su ministerio público, habla con claridad: Él es la luz que ha venido al mundo, y cada persona está llamada a decidir si se dejará iluminar o seguirá en la oscuridad. No basta con admirar a Jesús o escucharlo de lejos; llega el momento de responder, de elegir: ¿luz o tinieblas?

• ¿Recuerdas un momento donde una decisión cambió el rumbo de tu vida?
• ¿Qué te impide, o te ha impedido, tomar una decisión firme por Jesús?
• ¿Has notado consecuencias cuando eliges seguir la luz… o cuando prefieres evitarla?

1. Jesús expresa la angustia de su “hora”, pero decide glorificar al Padre (v.27–28). ¿Qué te enseña la disposición de Jesús a enfrentar el dolor por obediencia? ¿Qué costo te cuesta más a ti cuando decides seguirle?
2. La multitud escucha la voz del cielo, pero no todos entienden ni responden igual (v.29–33). ¿Por qué crees que a veces, aunque Dios hable claro, las personas no responden? ¿Qué obstáculos reconoces en ti para escuchar y obedecer a Jesús?
3. Jesús declara: “Mientras tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz” (v.35–36). ¿Qué significa “creer en la luz”? ¿Qué pasaría si postergas una decisión importante respecto a Jesús?
4. Juan explica que muchos no creyeron, aunque vieron señales, y otros sí creían pero no lo confesaban por miedo al rechazo (v.37–43). ¿Te identificas con el temor al “qué dirán” al decidir por Jesús? ¿Cómo puedes pedir y buscar valor para elegir la luz sin miedo?
5. Jesús termina con una invitación y advertencia: “Yo, la luz, he venido al mundo… El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue…” (v.44–50). ¿Qué te hace pensar la seriedad de esta invitación? ¿Qué decisión concreta necesitas tomar hoy frente a la luz de Jesús?

Reflexión teológica
Dios no fuerza a nadie, pero llama con claridad: creer en Jesús es pasar de muerte a vida, de tinieblas a luz. La indecisión es, en sí misma, una decisión que mantiene en la oscuridad. Jesús ama y llama, pero no siempre habrá otra oportunidad. La fe verdadera implica confesarle, seguirle y vivir como “hijo de luz”, aun cuando otros no lo hagan.

1. Toma una decisión personal: Si aún no lo has hecho, ora y entrégale tu vida a Jesús, decidiendo vivir en su luz.
2. Confiesa tu fe: Si ya eres creyente, busca una oportunidad esta semana para hablar de tu fe y tu decisión por Jesús.
3. Renueva tu entrega: Identifica un área donde aún hay oscuridad (temor, hábito, mentira) y entrégala a Jesús, pidiéndole que ilumine y transforme.

Señor Jesús, hoy decido seguirte y caminar en tu luz. Dame valor para dejar atrás la oscuridad y confesar mi fe sin vergüenza. Ilumina mi corazón y mis decisiones, y ayúdame a vivir como hijo de luz cada día. Amén.