¿Quién escucha cuando Dios habla? (Amós 3:1–15)

¿Qué actitudes me impiden escuchar y obedecer el llamado de Dios hoy?

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❤️ Estudio Bíblico Guiado

🎯 Objetivo pedagógico

Reconocer que escuchar la voz de Dios implica disposición a responder con obediencia, y que la falta de atención o indiferencia ante su Palabra nos aleja de la comunión y el propósito divino.

📂 Introducción reflexiva

¿Te ha pasado que alguien te habla y no escuchas de verdad porque estás distraído, seguro de ti mismo, o simplemente no te interesa el mensaje? Así como en las relaciones humanas, también puede suceder en nuestra relación con Dios. Amós advierte a Israel: Dios habla, pero no siempre encuentra un pueblo dispuesto a escuchar. A veces la rutina, el orgullo, o el autoengaño nos hacen sordos al llamado de Dios. Esta sesión nos desafía a revisar nuestra actitud y a preguntarnos si realmente queremos oír y responder a su voz en nuestra vida.

💬 Preguntas de conexión personal
  • ¿Hay momentos en que sientes que Dios quiere llamarte la atención, pero te cuesta escuchar?
  • ¿Qué te distrae o te hace resistir la voz de Dios cuando llega a tu vida o conciencia?
  • ¿Qué emociones surgen en ti cuando te das cuenta de que has ignorado una advertencia o un consejo importante?
🔎 Exploración profunda del texto
  1. “Escuchen esta palabra… contra toda la familia que saqué de Egipto” (v.1) ¿Por qué Dios comienza recordando su relación especial con Israel? ¿Cómo influye el hecho de conocer a Dios en nuestra responsabilidad de escucharlo? ¿De qué maneras puedes renovar tu aprecio por la relación que tienes con Él?
  2. “A ustedes solos los he escogido… por eso los castigaré” (v.2) ¿Te sorprende que el privilegio implique mayor exigencia? ¿Qué actitud puede llevarnos a pensar que Dios solo bendice, pero no corrige? ¿Cómo podrías recibir tanto la corrección como la bendición con humildad y gratitud?
  3. “¿Andan dos juntos si no se han puesto de acuerdo?” (v.3) ¿Qué imágenes te provocan estas preguntas retóricas? ¿Por qué es importante estar alineados con Dios para caminar con Él? ¿Qué áreas de tu vida necesitan “ponerse de acuerdo” con lo que Dios espera?
  4. “El Señor Soberano nada hace sin antes revelarlo a sus siervos los profetas” (v.7) ¿Qué te enseña esto sobre la transparencia y el carácter de Dios? ¿Por qué a veces preferimos no escuchar a quienes nos confrontan con la verdad? ¿Hay alguna voz profética o consejo que necesitas tomar en serio hoy?
  5. “El león ha rugido, ¿quién no temerá?” (v.8) ¿Qué sentimiento despierta esta imagen poderosa? ¿Cómo responderías si sintieras con claridad que Dios está hablando directamente a tu vida? ¿Qué decisión concreta puedes tomar esta semana para mostrar que estás escuchando su voz?
  6. “Acumulando violencia y destrucción en sus fortalezas…” (v.10-11) ¿Cómo puede la prosperidad y la rutina volvernos insensibles al mal? ¿De qué manera la comodidad puede apagar nuestra sensibilidad espiritual? ¿Qué pequeños hábitos podrías cambiar para mantener tu oído atento a Dios?

Reflexión teológica
Dios es un comunicador incansable: habla, advierte y guía a su pueblo por amor. Pero el verdadero problema no es la falta de palabra, sino la falta de disposición para oír y obedecer. Cuando nos acostumbramos a su voz o nos volvemos selectivos, corremos el riesgo de perder comunión, dirección y protección. Escuchar a Dios implica apertura, humildad y una voluntad lista para responder.

👣 Transformación
  1. Reserva cada día un momento de silencio para escuchar a Dios, leyendo su Palabra y orando por sensibilidad para reconocer su voz.
  2. Identifica una actitud (orgullo, rutina, miedo) que te impida escuchar a Dios y decide un cambio concreto esta semana.
  3. Escucha atentamente a una persona de tu entorno que suele decirte la verdad con amor; pídele a Dios discernimiento para reconocer cuándo está usando a otros para hablarte.
🙏 Oración sugerida

Señor, abre mis oídos y mi corazón para escucharte, aun cuando tu mensaje sea desafiante. Hazme sensible a tu voz y dispuesto a obedecer, dejando atrás el orgullo, la distracción y la indiferencia. Quiero caminar de acuerdo contigo y no perderme de tu propósito. Amén.

🛠️ Recursos Extra para Facilitadores

  • Versículo para memorizar: Amós 3:7-8
  • Dinámica grupal: Simula una “cadena de mensajes” (teléfono descompuesto) y reflexiona en cómo se distorsionan los mensajes cuando no hay atención; luego hablen sobre cómo escuchar mejor a Dios.
  • Aplicación familiar: Lean juntos el pasaje y compartan maneras prácticas de escuchar a Dios y obedecerle en casa.
  • Advertencia pastoral: El tema puede confrontar zonas de orgullo o autojustificación; guía al grupo a recibir la corrección como oportunidad de crecimiento, no de culpa.
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