Fe que no se rinde (Marcos 5:21–43)

Entender que Jesús responde a la fe que persevera, incluso en medio de demoras, obstáculos o malas noticias, y que su poder trasciende toda limitación humana.

Dos historias se entrelazan en este pasaje: la desesperación de un padre por su hija moribunda y la persistencia de una mujer que ha sufrido doce años. Ambos buscan a Jesús con fe, pero enfrentan pruebas en el camino: la multitud que estorba, la demora de Jesús, las noticias de muerte. Sin embargo, Jesús honra la fe que no se rinde y demuestra su autoridad sobre la enfermedad y la muerte. Este relato nos recuerda que la espera y las interrupciones no son barreras para el poder de Dios.

• ¿Has experimentado que Dios “se retrasa” en responder algo que pediste?
• ¿Qué te motiva a seguir creyendo cuando las circunstancias empeoran?
• ¿Qué aprendiste de tu última experiencia de fe perseverante?

1. Jairo se postra ante Jesús rogándole que sane a su hija (v.22–23). ¿Qué observas en su actitud física y sus palabras? ¿Por qué la humildad y el reconocimiento de necesidad son clave para acercarse a Jesús?
2. Una mujer con flujo de sangre toca su manto creyendo que será sanada (v.25–28). ¿Qué detalles del texto muestran su desesperación y su fe? ¿Por qué crees que su acto fue tan significativo en medio de la multitud? ¿Qué obstáculos actuales debes superar para acercarte a Jesús con fe?
3. Jesús la sana y la llama “hija” (v.29–34). ¿Qué efecto tiene esta palabra de identidad y afecto en la mujer? ¿Por qué Jesús no permite que su sanidad sea anónima?
4. Llegan con la noticia de que la hija de Jairo ha muerto (v.35). ¿Qué impacto tendría esta noticia en la fe de Jairo? ¿Por qué Jesús responde con “No temas; cree solamente”?
5. Jesús toma a la niña de la mano y le ordena levantarse (v.41–42). ¿Qué nos enseña esto sobre su autoridad sobre la vida y la muerte? ¿Por qué es importante que los discípulos sean testigos de este milagro? ¿En qué área de tu vida necesitas experimentar el toque restaurador de Jesús?

Reflexión teológica
La fe perseverante no depende de la rapidez de la respuesta, sino de la certeza de quién es Jesús. Su poder no se limita por nuestras circunstancias y su amor nos acompaña en cada paso de la espera.

1. Ora con fe por una necesidad urgente, confiando en que Jesús escucha y responde a su tiempo.
2. Apoya a una persona que esté atravesando un momento de dolor o pérdida, brindándole compañía.
3. Lee este pasaje y subraya lo que revela sobre el carácter compasivo y poderoso de Jesús.

Señor Jesús, ayúdame a creer aunque tarde la respuesta y a confiar en que tu tiempo y tu poder son perfectos. Amén.