El Dios que multiplica (Marcos 6:30–44)

Aprender que Jesús conoce nuestras necesidades, se compadece de nosotros y tiene poder para multiplicar lo que tenemos cuando lo ponemos en sus manos.

La vida nos enfrenta a situaciones en las que lo que tenemos parece insuficiente para lo que se necesita: tiempo, fuerzas, recursos. Los discípulos se encontraron con una multitud hambrienta y sin medios para alimentarla. Jesús no los dejó escapar del problema; los involucró en la solución. Con cinco panes y dos peces, alimentó a miles y sobró. Este milagro nos recuerda que, en las manos de Jesús, lo poco se convierte en abundancia y que Él siempre satisface plenamente.

• ¿En qué área de tu vida sientes que lo que tienes no es suficiente?
• ¿Has visto a Dios multiplicar algo que ofreciste para su servicio?
• ¿Qué significa para ti entregar lo poco que tienes a Jesús?

1. Los apóstoles cuentan a Jesús lo que han hecho y enseñado (v.30). ¿Por qué es importante compartir con Jesús los resultados y el desgaste del ministerio? ¿Cómo puedes integrar un tiempo regular de evaluación y descanso en tu servicio?
2. Jesús los invita a un lugar apartado para descansar (v.31–32). ¿Qué nos enseña esto sobre el cuidado de Dios por sus siervos? ¿Por qué el descanso es parte esencial del discipulado? ¿Qué ajustes podrías hacer para cuidar mejor tu vida espiritual y física?
3. La multitud los sigue y Jesús siente compasión porque son como ovejas sin pastor (v.33–34). ¿Por qué compara a la gente con ovejas sin pastor? ¿Cómo puedes mostrar compasión práctica a quienes Dios pone en tu camino?
4. Los discípulos quieren despedir a la gente, pero Jesús les dice: “Denles ustedes de comer” (v.35–37). ¿Qué nos enseña esto sobre el papel del discípulo en la obra de Dios? ¿Por qué Jesús los involucra en lugar de resolver todo directamente? ¿Qué recursos personales podrías poner en las manos de Jesús para que Él los use?
5. Jesús bendice los panes y peces, y todos comen hasta saciarse (v.38–42). ¿Por qué es significativo que Jesús organice a la gente antes de alimentarla? ¿Cómo puedes practicar la gratitud antes de ver la respuesta a tus oraciones?
6. Recogen doce canastas llenas de sobras (v.43–44). ¿Por qué crees que sobraron exactamente doce canastas? ¿Cómo puedes testificar a otros de las veces que Dios ha multiplicado en tu vida?

Reflexión teológica
Jesús es suficiente para cada necesidad. Cuando ponemos en sus manos lo poco que tenemos, Él lo multiplica para bendecir a muchos y glorificar a Dios.

1. Identifica una necesidad en tu comunidad y ora para que Dios te muestre cómo contribuir a suplirla.
2. Ofrece lo que tengas (recurso, habilidad o tiempo), por pequeño que sea, para bendecir a otros, confiando en que Dios puede multiplicarlo.
3. Recuerda un momento en que Dios proveyó más allá de tus expectativas y agradécele por ello.

Señor Jesús, gracias porque en tus manos lo poco se vuelve suficiente. Ayúdame a confiar en tu provisión y a poner todo lo que soy y tengo a tu servicio. Amén.