Jesús abre los ojos paso a paso (Marcos 8:22–26)

Reconocer que Jesús obra de manera personal y progresiva para abrir nuestros ojos espirituales y llevarnos a una visión completa de la verdad.

A veces esperamos que Dios nos dé todas las respuestas de inmediato, pero Él nos guía paso a paso. Un hombre ciego fue llevado a Jesús en Betsaida. El Señor no solo lo sanó, sino que lo hizo en dos etapas, mostrándonos que el crecimiento en la fe y la visión espiritual también es un proceso.

• ¿Has vivido un momento en que tu entendimiento espiritual creció poco a poco?
• ¿Qué actitudes te ayudan a perseverar cuando no ves resultados inmediatos?
• ¿Qué esperas que Jesús abra o aclare en tu vida hoy?

1. Traen a un ciego y le ruegan que lo toque (v.22). ¿Qué nos enseña este acto sobre la intercesión y la fe comunitaria? ¿Cómo puedes tú “llevar” a otros a Jesús hoy?
2. Jesús lo toma de la mano y lo saca fuera de la aldea (v.23a). ¿Qué significado tiene este gesto de apartarlo de la multitud? ¿Cómo el encuentro personal con Jesús requiere intimidad y atención? ¿Qué distracciones necesitas dejar para escuchar y recibir de Él?
3. La primera etapa de la sanidad (v.23b–24). ¿Por qué crees que el hombre primero ve solo “como árboles que caminan”? ¿Qué enseña esto sobre los procesos graduales en la obra de Dios? ¿Cómo puedes aprender a confiar en Dios incluso cuando aún no ves con claridad total?
4. La segunda etapa: visión completa (v.25). ¿Qué nos dice esto sobre la persistencia de Jesús en completar su obra? ¿Cómo se aplica esto a tu crecimiento espiritual? ¿Qué áreas necesitan una “segunda mirada” de Jesús en tu vida?
5. Jesús lo envía a casa, diciéndole que no entre en la aldea (v.26). ¿Por qué crees que Jesús le dio esta instrucción? ¿Qué nos enseña sobre cuidar la obra recibida y evitar distracciones?

Reflexión teológica
Esta sanidad progresiva nos recuerda que la obra de Jesús es personal, cuidadosa y completa. Él no solo restaura la visión física, sino que también nos abre los ojos espirituales para ver la vida y la verdad de Dios con claridad.

1. Confía en el proceso de Dios, aun cuando la respuesta no sea inmediata; ora por paciencia en un área específica.
2. Identifica una manera de ayudar a alguien a ver más claramente la verdad de Jesús.
3. Recuerda un momento en que Dios te mostró algo poco a poco y agradece por su guía.

Señor Jesús, gracias porque me tomas de la mano y me guías paso a paso. Abre mis ojos para ver tu verdad y ayúdame a confiar en que completarás la obra que comenzaste en mí. Amén