El Rey en la cruz (Marcos 15:16–32)

Reconocer que la crucifixión no fue una derrota, sino la coronación de Jesús como Rey que venció por medio del sacrificio, y reflexionar sobre lo que significa seguir a un Rey crucificado.

En nuestro mundo, los reyes se coronan con gloria y poder. Jesús fue coronado con espinas y elevado en una cruz. Lo que parecía humillación y fracaso era, en realidad, la victoria suprema de Dios sobre el pecado.

• ¿Qué imagen de realeza tienes en mente cuando piensas en Jesús?
• ¿Cómo te desafía seguir a un Rey que reina desde la cruz?
• ¿En qué áreas de tu vida necesitas adoptar su modelo de humildad y entrega?

1. La burla de los soldados (v.16–20a). ¿Qué nos enseña la mofa hacia Jesús sobre la ceguera espiritual? ¿Qué significado tiene la corona de espinas y el manto púrpura? ¿Cómo esto contrasta con su verdadera realeza?
2. Camino al Gólgota (v.20b–22). ¿Quién es Simón de Cirene y por qué lleva la cruz de Jesús? ¿Qué significado tiene este acto involuntario? ¿Cómo se conecta con el llamado de Jesús a tomar nuestra cruz?
3. La oferta de vino con mirra (v.23). ¿Por qué Jesús rechaza esta bebida? ¿Qué nos enseña esto sobre su determinación de enfrentar plenamente el sufrimiento? ¿Cómo esto cumple las Escrituras?
4. La crucifixión y el reparto de sus ropas (v.24–25). ¿Qué significado tiene repartir sus vestiduras? ¿Cómo se cumple el Salmo 22:18? ¿Por qué Marcos menciona la hora de la crucifixión?
5. La inscripción y las burlas (v.26–32). ¿Qué ironía hay en el título “Rey de los judíos”? ¿Cómo las burlas cumplen las profecías del Antiguo Testamento? ¿Qué nos enseña la respuesta de Jesús ante el desprecio?

Reflexión teológica
La cruz es el trono desde el cual Jesús reina. No gobernó por la fuerza, sino por el amor sacrificial. Su victoria fue aparente derrota, y su gloria estuvo envuelta en dolor para darnos vida.

1. Medita en el sufrimiento de Jesús leyendo este pasaje lentamente y agradeciéndole por su entrega.
2. Decide cargar tu cruz con obediencia, aceptando las dificultades que implica seguirle.
3. Renuncia a toda vergüenza de asociarte con Cristo y su mensaje.

Rey Jesús, gracias por mostrar que tu reino es diferente. Enséñame a seguir tu ejemplo de humildad y entrega, y a reconocer tu victoria en la cruz. Amén.