Jesús llama por tu nombre (Juan 20:10-18)

Reconocer el encuentro personal de María Magdalena con Jesús resucitado, para vivir una fe basada en relación viva con Él y no solo en hechos externos.

Todos anhelamos ser reconocidos, que alguien nos mire y nos llame por nuestro nombre. María Magdalena, sumida en tristeza frente al sepulcro, no reconoció a Jesús en un inicio. Pero todo cambió cuando Él la llamó por su nombre: “¡María!”. En ese instante, el dolor se convirtió en gozo, y la desesperanza en misión. La resurrección no es solo un hecho histórico, es un encuentro personal. Mientras estudiamos este pasaje, pregúntate: ¿cómo cambia tu vida al escuchar que Jesús también te llama a ti, personalmente?

• ¿Recuerdas una vez en que alguien te llamó por tu nombre y eso te hizo sentir visto y amado?
• ¿Qué situaciones te hacen sentir hoy confundido o triste como María en la tumba?
• ¿Qué significa para ti que Jesús resucitado te conozca personalmente?

1. 20:10–11 — María se queda llorando. ¿Qué hacen los discípulos Pedro y Juan después de mirar la tumba vacía? ¿Por qué crees que María permanece llorando allí? ¿En qué momentos has sentido que otros se marchan, pero tú sigues cargando tu dolor?
2. 20:12–13 — Los ángeles preguntan. ¿Qué pregunta hacen los ángeles a María? ¿Qué revela su respuesta sobre lo que ella esperaba? ¿Cómo influyen tus expectativas en lo que percibes de Dios en medio de tus pruebas?
3. 20:14–15 — Jesús se acerca, pero no lo reconoce. ¿Por qué piensas que María no reconoce a Jesús al principio? ¿Qué significa que Jesús mismo esté cerca, aunque no lo identifiques de inmediato? ¿Cuándo has estado tan enfocado en tu dolor que no logras ver la presencia de Dios?
4. 20:16 — Jesús llama por su nombre. ¿Qué sucede en el momento en que Jesús dice “¡María!”? ¿Qué nos enseña esto sobre la relación personal que Jesús establece con sus seguidores? ¿Cómo resuena en ti la idea de que Jesús conoce tu nombre y tu historia?
5. 20:17 — “Ve a mis hermanos”. ¿Por qué crees que Jesús la envía a anunciar en lugar de quedarse con Él? ¿Qué revela este encargo sobre la relación nueva entre Jesús y los discípulos (“mis hermanos”)? ¿Qué significa ser parte de la familia de Dios por la resurrección?
6. 20:18 — La misión de María. ¿Qué hace María después del encuentro con Jesús? ¿Qué importancia tiene que María sea la primera testigo del resucitado? ¿Qué enseña esto sobre el valor que Jesús da a quienes el mundo no consideraba importantes?

Reflexión teológica
La resurrección no es solo un evento, es un encuentro transformador. Jesús se acerca personalmente a los suyos, los llama por nombre y les da misión. María Magdalena pasó de lágrimas a testimonio: de la tumba vacía a proclamar “¡He visto al Señor!”. Así también, la fe cristiana no se basa solo en evidencias, sino en la relación viva con Cristo resucitado, quien nos conoce personalmente y nos envía como testigos.

1. Haz una pausa de oración y escucha tu nombre en boca de Jesús: imagina cómo Él te llama hoy con ternura y esperanza.
2. Cuenta a alguien cercano un testimonio de cómo Jesús ha transformado tu dolor o confusión en esperanza.
3. Si aún no has tenido un encuentro personal con Cristo resucitado, pídele hoy escuchar con tu corazón cómo te llama por tu nombre y recibe su perdón y su vida nueva.

Jesús resucitado, gracias porque me conoces y me llamas por mi nombre. Abre mis ojos para reconocerte aun en mis lágrimas y hazme testigo fiel de tu victoria. Amén.