Lucas 5:12–16

Reconocer la compasión y el poder purificador de Jesús, para acercarse a Él con confianza, sin esconder la necesidad ni el quebranto, y aprender a responder con obediencia y gratitud.

¿Te ha pasado sentirte “demasiado roto” para acercarte a Dios? A veces cargamos vergüenza, culpa o heridas tan hondas que creemos que Jesús se apartaría si supiera lo que hay dentro. En esos momentos, la soledad se vuelve una especie de lepra del alma: nos aísla. Pero el Evangelio muestra algo sorprendente. Un hombre intocable se atreve a acercarse, y Jesús no retrocede: extiende la mano, toca y restaura. Mientras leemos, deja que esta historia te hable con ternura: ¿qué sucedería si tú también te acercaras a Jesús sin esconder lo que necesitas sanar?

• ¿Hay algo en tu vida que prefieres ocultar por miedo al rechazo o la vergüenza?
• ¿Cómo reaccionas cuando ves el dolor o la fragilidad de otros?
• ¿Qué significa para ti ser “tocado” por la compasión de Jesús?

1. 5:12 — Un hombre lleno de lepra. ¿Qué detalles describe Lucas sobre el estado de este hombre? ¿Por qué su condición lo hacía un excluido social y religioso? ¿Qué te enseña su valentía al acercarse a Jesús?
2. 5:12b — “Señor, si quieres, puedes limpiarme”. ¿Qué revela esta frase sobre su fe y su comprensión de quién es Jesús? ¿Qué diferencia hay entre dudar del poder de Dios y someterse a su voluntad? ¿En qué áreas de tu vida necesitas decir: “Si quieres, puedes”?
3. 5:13 — Jesús extendió la mano y lo tocó. ¿Qué significado tenía ese toque en una cultura que temía la impureza? ¿Qué nos enseña sobre el corazón de Cristo hacia los marginados? ¿Qué te impide creer que Jesús también quiere tocar tu historia?
4. 5:13b — “Al instante la lepra desapareció.” ¿Cómo muestra este milagro la autoridad de Jesús sobre la enfermedad y la exclusión? ¿Qué tipo de limpieza más profunda ofrece Él además de la física? ¿Cómo podrías experimentar esa limpieza hoy?
5. 5:14 — “Ve, muéstrate al sacerdote…” ¿Por qué Jesús le pide seguir el protocolo mosaico? ¿Qué enseña eso sobre el testimonio y la obediencia? ¿Qué gesto podrías hacer esta semana que muestre tu gratitud sin necesidad de palabras?
6. 5:15–16 — Multitudes y soledad de Jesús. ¿Qué contraste observas entre la fama de Jesús y su búsqueda de lugares solitarios? ¿Por qué crees que Jesús se retiraba a orar en medio del éxito? ¿Qué lugar ocupa la oración en tu ritmo de vida actual?

Reflexión teológica
La lepra en tiempos bíblicos no era solo una enfermedad: simbolizaba separación, impureza y vergüenza. Jesús rompe ese muro con un solo gesto: toca lo que nadie toca. No se contamina; al contrario, su pureza limpia lo impuro. Así es su gracia: no se aleja de nuestro pecado ni de nuestro dolor, los transforma desde adentro. El toque de Cristo no solo sana la piel, sana la soledad. En Él, el marginado vuelve a pertenecer, el culpable es perdonado y el corazón vuelve a latir con esperanza.

1. Atrévete a acercarte a Jesús con lo que te avergüenza o te duele. Preséntaselo en oración sin filtros, como el leproso: con sencillez y fe.
2. Muestra compasión práctica hacia alguien que sufre rechazo o soledad. Que tu gesto comunique: “no estás solo, Jesús también te toca a través de mí”.
3. Haz una pausa de oración cada día esta semana, buscando un “lugar solitario” como Jesús, no para huir, sino para reconectar con el Padre y renovar tu corazón.

Señor Jesús, gracias porque no te alejas de mi fragilidad. Tú me ves, me tocas y me restauras. Hoy me acerco con todo lo que soy, confiando en tu poder y tu compasión. Limpia mi corazón y enséñame a mirar a los demás con tus ojos. Que mi vida refleje tu ternura y tu amor sanador. Amén.