Llamados, recibidos y sostenidos por Jesús (Juan 6:36-51)

Examinar si hemos dado el paso fundamental de creer en Jesús como el único que da vida eterna, y a descansar en la seguridad de que Él recibe y sostiene para siempre a quienes confían en Él.

A lo largo de la vida, podemos buscar sentido, propósito y seguridad en muchos lugares, pero nada de eso asegura la vida eterna. Jesús se presenta como el Pan de Vida, el único que puede satisfacer la necesidad más profunda del corazón y asegurar una esperanza que va más allá de esta vida. La gran pregunta es si has puesto tu fe en Jesús como tu Salvador. Él promete no rechazar a nadie que venga a Él, asegurar vida eterna y sostenernos hasta el final.

• ¿Alguna vez has tomado una decisión que cambió el rumbo de toda tu vida?
• ¿Dónde has buscado seguridad o satisfacción antes de conocer a Jesús?
• ¿Tienes la convicción de que tu confianza está puesta solo en Jesús para tu salvación eterna?

1. Jesús lamenta que muchos, aunque lo han visto, no creen en Él (v.36). ¿Qué crees que significa “creer” en Jesús según este pasaje? ¿Por qué no basta con admirar a Jesús o seguirle de lejos?
2. “Al que viene a mí, no lo rechazo” (v.37). ¿Qué te produce saber que Jesús no rechaza a nadie que confía en Él sinceramente? ¿Tienes la certeza de haber venido a Él con fe para salvación?
3. Jesús promete que su voluntad es no perder a ninguno de los que el Padre le da, sino resucitarlos en el día final (v.39–40, 44, 47). ¿Cómo cambia tu visión de la vida y la muerte saber que la vida eterna y la resurrección dependen solo de Jesús? ¿Por qué crees que Jesús repite varias veces la seguridad que da a los que creen en Él?
4. La multitud murmura porque Jesús dice que ha bajado del cielo (v.41–42). ¿Qué obstáculos has visto, en ti o en otros, para confiar plenamente en Jesús como Salvador? ¿Qué significa para ti reconocer a Jesús como el verdadero Pan de Vida?
5. Jesús afirma: “El que cree tiene vida eterna… Yo soy el Pan de Vida” (v.47–48). ¿Has dado ese paso de fe que te hace descansar en la promesa de vida eterna de Jesús? Si ya lo hiciste, ¿cómo puedes compartir esa seguridad con otros?

Reflexión teológica
La salvación no es un proceso de méritos, dudas diarias o esfuerzos humanos. Es una decisión radical: creer en Jesús, el Pan de Vida, como el único que puede dar vida eterna. Él promete no rechazar a ninguno que viene, no perder a ninguno que cree, y resucitar a los suyos en el día final. Esta fe, una vez puesta en Jesús, asegura una esperanza y un destino eternos, no por nuestra fuerza, sino por la fidelidad de Cristo.

1. Toma el paso de fe: Si nunca has confiado en Jesús como Salvador, haz hoy una oración sencilla, pidiéndole que sea tu Pan de Vida y te dé vida eterna.
2. Descansa en la seguridad: Si ya has creído, reafirma tu confianza en la promesa de Jesús: Él no te pierde ni te rechaza jamás.
3. Comparte tu testimonio: Habla con alguien esta semana sobre la decisión más importante de tu vida: creer en Jesús para salvación.

Señor Jesús, reconozco que sólo tú eres el Pan de Vida y que sólo en ti hay vida eterna. Hoy deposito mi fe en ti como mi Salvador. Gracias porque me recibes, me sostienes y me prometes vida para siempre. Ayúdame a vivir cada día en la seguridad de tu amor y a compartir esta esperanza con otros. Amén.