Jesús, la luz que revela la gloria de Dios (Juan 9:1–12)

Descubrir que el milagro no apunta solo a la sanidad física, sino a la revelación de la gloria y el propósito de Dios a través de Jesús, la Luz del mundo, aun cuando la vida trae preguntas, dolor o misterio.

Hay momentos en que la vida parece oscura o sin respuestas. A veces sufrimos, o vemos a otros sufrir, y nos preguntamos “¿por qué?”. La tendencia natural es buscar culpables o explicaciones rápidas. Pero Jesús nos invita a mirar más allá: a descubrir que, aun en el dolor y el misterio, Dios está obrando para revelar su gloria. Lo importante no es solo entender el “porqué”, sino aprender a ver a Jesús como la luz que transforma toda historia, incluso la tuya.

• ¿Recuerdas una situación en la que no entendías por qué sucedía, pero después viste a Dios obrar de una manera sorprendente?
• ¿Te has preguntado alguna vez si Dios puede mostrar su gloria en medio de tu propio dolor o confusión?
• ¿Cómo reaccionas normalmente ante lo inexplicable: buscas a Jesús, te alejas, o solo pides respuestas?

1. Los discípulos preguntan a Jesús quién pecó para que el hombre naciera ciego, buscando culpables (v.2). ¿Por qué crees que preferimos buscar explicaciones o culpables ante el sufrimiento? ¿En qué situaciones te has visto tentado a pensar así?
2. Jesús responde que no es cuestión de culpa, sino de que las obras de Dios se manifiesten en él (v.3). ¿Qué te enseña esta respuesta sobre el propósito de Dios en el sufrimiento o en lo inexplicable? ¿Puedes orar pidiendo ver la gloria de Dios más allá de respuestas fáciles?
3. Jesús declara: “Mientras estoy en el mundo, luz soy del mundo” (v.5). ¿Qué significa para ti que Jesús es la luz, aun cuando la situación es oscura o confusa? ¿Cómo cambia esto tu manera de ver los desafíos?
4. Jesús escupe en tierra, hace barro, lo pone en los ojos del hombre y le manda a lavarse en Siloé (v.6–7). ¿Cómo te desafía la forma en que Jesús obra aquí—inesperada, incluso desconcertante? ¿Puedes confiar en Jesús aunque su método o sus tiempos sean diferentes a los tuyos?
5. El hombre obedece y regresa viendo; los demás dudan, preguntan, y él simplemente da testimonio de lo que Jesús hizo (v.7–12). ¿Qué efecto tiene el milagro en el ciego y en quienes lo rodean? ¿Cómo puedes tú hoy testificar de la obra de Dios en tu vida, aun cuando no comprendas todo lo que Él hace?

Reflexión teológica
Jesús es la luz que revela la verdadera gloria de Dios. A veces, la gloria de Dios se muestra en sanidad; otras veces, en fe y obediencia en medio del misterio. La ceguera física del hombre fue el escenario para mostrar quién es Jesús, no solo un hacedor de milagros, sino la luz que da sentido y esperanza incluso en la oscuridad. El milagro apunta a Cristo, el único capaz de transformar la visión y la vida, y llama a confiar en Él aunque no entendamos los detalles.

1. Ora por una visión mayor: Pide a Jesús que te ayude a ver su gloria en medio de lo que no entiendes o no puedes controlar.
2. Confía más allá de la lógica: Haz un compromiso esta semana de obedecer a Jesús aunque no entiendas su método; anota y ora por ese paso específico.
3. Sé testigo sencillo: No compliques tu testimonio: cuenta, como el ciego, lo que Jesús ha hecho por ti, aun si tu historia parece “normal” o sencilla.

Señor Jesús, gracias porque eres la luz que da sentido incluso en la oscuridad. Ayúdame a confiar en ti y buscar tu gloria, no solo respuestas. Haz que mi fe y obediencia sean un testimonio para otros, y abre mis ojos para verte obrando aun en lo que no comprendo. Amén.