Lucas 18:15-17

Jesús bendice a los niños

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🌿 Abre tu Biblia y deja que Dios te hable

Por respeto a los derechos de autor, aquí no mostramos directamente el pasaje bíblico.
La invitación es que lo leas en tu propia Biblia —impresa o digital— antes de continuar con este estudio.

Así tendrás un encuentro personal con la Palabra y, luego, podrás profundizar en las preguntas y aplicaciones que hemos preparado para tu crecimiento.

❤️ Estudio Bíblico Guiado

🎯 Objetivo pedagógico

Reconocer que el Reino de Dios pertenece a quienes se acercan con humildad, confianza y dependencia, para aprender a vivir una fe sencilla y sincera como la de un niño.

📂 Introducción reflexiva

Los niños confían sin reservas. Se lanzan a los brazos del padre sin calcular si los sostendrá, hacen preguntas sin miedo a parecer ignorantes y creen con todo el corazón. Jesús usa esa imagen para mostrarnos cómo se entra en su Reino. No se trata de saber más o hacer más, sino de confiar más. Mientras leemos, piensa: ¿tu relación con Dios se parece más a la de un niño confiado o a la de un adulto que quiere tener el control?

💬 Preguntas de conexión personal
  • ¿Qué te inspira de la forma en que los niños confían o perdonan?
  • ¿Qué aspectos de tu vida espiritual se han vuelto complicados o calculados?
  • ¿Qué te impediría hoy acercarte a Dios con un corazón más sencillo?
🔎 Exploración profunda del texto
  1. 18:15Niños traídos a Jesús. ¿Qué hacen las personas que traen a sus pequeños y por qué los discípulos los reprenden? ¿Qué revela esta actitud sobre la manera en que a veces subestimamos a los más pequeños? ¿En qué momentos has sentido que alguien “no califica” para acercarse a Jesús?
  2. 18:16La bienvenida de Jesús. ¿Qué dice y hace Jesús ante los niños? ¿Qué enseña esto sobre el carácter de su Reino? ¿Cómo podrías reflejar tú esa acogida hacia personas sencillas, frágiles o nuevas en la fe?
  3. 18:17La condición para entrar al Reino. ¿Qué significa recibir el Reino “como un niño”? ¿Por qué Jesús dice que sin esa actitud no se puede entrar? ¿Qué rasgos de la infancia —confianza, apertura, alegría, dependencia— te gustaría recuperar en tu relación con Dios

Reflexión teológica
En tiempos de Jesús, los niños no tenían prestigio ni derechos; eran símbolo de pequeñez y dependencia. Al abrazarlos, Jesús está mostrando la puerta del Reino: no se entra por logro ni conocimiento, sino por confianza. El Reino de Dios es don, no conquista. Solo quien se sabe necesitado puede recibirlo. La fe madura no pierde su sencillez; al contrario, aprende a depender más del Padre. En el Reino, el tamaño no importa: el corazón sí.

👣 Transformación
  1. Pídele hoy al Padre que renueve tu capacidad de confiar sin reservas. Entrega una preocupación concreta y di: “Padre, confío en Ti como un niño en sus brazos”.
  2. Abraza a los pequeños. Muestra a tus hijos pequeños o a un joven o nuevo creyente el amor de Jesús con un gesto amable, una palabra de ánimo o un momento de atención sincera.
  3. Recibe el Reino con gratitud. En lugar de esforzarte por “ganarte” el favor de Dios, agradece por su gracia. Dedica unos minutos a orar o escribir por qué es un regalo pertenecerle.
🙏 Oración sugerida

Padre bueno, gracias porque tu Reino no es para los fuertes, sino para los que confían. Enséñame a acercarme a Ti con un corazón sencillo, sin pretensiones ni miedo. Quita en mí la dureza que complica la fe y devuélveme la alegría de depender de Ti. Hazme alguien que acoja, anime y bendiga como Tú lo haces. Amén.

🛠️ Recursos Extra para Facilitadores

  • Versículo para memorizar: Lucas 18:17
  • Referencias cruzadas: Mateo 18:1–4; Marcos 10:13–16; Juan 3:3; 1 Pedro 2:2; Gálatas 4:6–7
  • Dinámica grupal: Pide a los participantes que recuerden una experiencia de su niñez donde confiaron plenamente en alguien. Compartan qué sintieron en ese momento y reflexionen juntos cómo esa confianza se parece (o no) a su relación actual con Dios.
  • Aplicación familiar: Organicen un breve “momento familiar de fe”. Que los niños oren libremente, sin guiones. Escúchenlos con atención y aprendan de su forma sencilla de hablar con Dios. Luego los adultos pueden orar con las mismas palabras: simples, directas y sinceras.
  • Advertencia pastoral: Este pasaje no idealiza la niñez como inocencia perfecta, sino como dependencia. La invitación de Jesús no es a ser inmaduros, sino a mantener un corazón dócil y confiado, abierto a recibir y obedecer.

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