Ser guiado por el Espíritu

Caminar con Dios implica rendir tu voluntad y dejarte guiar por su Espíritu. La Biblia enseña que cuando andamos en el Espíritu producimos fruto de amor, paz y paciencia. Este tema te recordará que no tienes que vivir por tus fuerzas: el Espíritu Santo puede dirigir tus decisiones, transformar tu carácter y mostrar el poder de Dios en tu vida.