Descubre. Reflexiona. Aplica. Crece.

Restauración y propósito: “¿Me amas?” (Juan 21:15–25)
¿Permites que Dios transforme tus caídas en misión?
Profundiza en la identidad divina de Jesús y el llamado a creer para vida eterna.
¿Permites que Dios transforme tus caídas en misión?
¿Sabes que Jesús te invita a un nuevo comienzo?
¿En qué necesitas ver y tocar para creer?
¿Dónde necesitas creer que Dios puede hacer lo imposible?
¿Qué significa para ti el sacrificio de Jesús hoy?
¿Defiendes la verdad, aunque no sea fácil?
¿Has fallado? ¿Cómo te acercas a Dios tras caer?
¿Sabías que Jesús te incluye en sus oraciones?
¿Cómo puedes experimentar paz y gozo aun cuando todo parece ir en contra?
¿Dejas que el Espíritu Santo te enseñe y te convenza en tus luchas diarias?
¿Cómo mantienes tu fe firme cuando enfrentas rechazo o dificultades por seguir a Jesús?
¿Cómo respondes ante el rechazo por tu fe?
¿Qué hábitos te ayudan a mantenerte conectado a Dios?
¿Permites que el Espíritu te consuele y guíe?
¿Dónde necesitas confiar en el cuidado de Dios?
¿Sigues amando cuando otros te fallan?
¿Cómo puedes servir a otros en lo cotidiano?
¿Qué decisión necesitas tomar respecto a Jesús hoy?
¿Para quién vives: para la aprobación de otros o la de Dios?
¿Qué puedes ofrecer hoy a Jesús en gratitud?
¿Te atreves a honrar a Dios aunque cueste?
¿En qué área necesitas un milagro de restauración?
¿Crees que Dios entiende y acompaña tu dolor?
¿Dónde necesitas esperanza cuando parece que todo está perdido?
¿Reconoces y sigues la voz de Jesús sobre cualquier otra voz—incluyendo miedo, duda o presión social?
¿Confías en el cuidado y la guía de Jesús, tu Buen Pastor, en cada aspecto de tu vida?
¿Qué obstáculos te impiden ver a Jesús claramente?
¿Te animas a compartir lo que Dios ha hecho, aun si te rechazan o te critican?
¿Reconoces la gloria de Jesús aun cuando no entiendes todo lo que vives?
¿Descansas hoy en quién es Jesús y en su promesa de vida eterna, aunque no lo veas todo claro?
¿Tu vida refleja tu verdadera identidad?
¿Reconoces la diferencia entre las ataduras del pecado y la libertad que solo da Jesús?
¿Has decidido seguir a Jesús como tu luz, o sigues caminando en tus propias tinieblas?
¿Cómo respondes ante los errores propios o ajenos?
¿Te mantienes firme aun cuando otros dudan?
¿Dejas que el Espíritu renueve tu corazón y actitudes?
¿En qué áreas necesitas ver más allá de lo superficial?
¿Permites que la Palabra confronte tus prejuicios?
¿Vives buscando agradar a Dios, aunque eso signifique ser incomprendido o impopular?
¿Qué decisión necesitas tomar cuando la fe desafía tu comodidad?
¿Has depositado tu fe en Jesús, el Pan de Vida, para recibir vida eterna?
¿Persigues a Dios por quien es, o solo por lo que esperas que haga?
¿Dónde necesitas confiar en Dios aunque no veas la solución?
¿Qué tienes hoy para poner en manos de Jesús?
¿A qué evidencias de Dios en tu vida no les has dado valor?
¿Reconoces a Jesús como el único con poder para dar vida eterna?
¿En qué área de tu vida te sientes paralizado o atascado?
¿Te atreves a confiar en lo que Jesús dice, aunque aún no veas el resultado?
¿A quién puedes contarle lo que Dios ha hecho por ti?
¿Dónde necesitas honestidad y gracia hoy?
¿Qué “pozos” buscas para saciar tu corazón?
¿En qué necesitas disminuir para dejar que Dios crezca en ti?
¿Qué haces hoy con la invitación de Dios: te acercas a la luz, o prefieres quedarte en la oscuridad?
¿Anhelas empezar de nuevo? ¿Qué te detiene?
¿Qué áreas de tu vida necesitan limpieza o autenticidad?
¿Confías a Dios tus necesidades diarias y tus celebraciones?
¿A quién podrías invitar a descubrir fe y esperanza?
¿Te atreves a acercarte a Jesús tal como eres… y a invitar a otros a experimentar lo mismo?
¿Reconoces a Jesús como el único que puede quitar tu pecado y darte una vida nueva?
¿Reconoces a Jesús como el centro y te animas a señalarlo por encima de tus propios logros o roles?