Descubre. Reflexiona. Aplica. Crece.

Vive despierto (Marcos 13:24–37)
La esperanza en el regreso de Jesús nos impulsa a vivir vigilantes y preparados.
¿Te preguntas cuál es el sentido de tu vida? Aquí reflexionamos sobre identidad, propósito, sueños y la esperanza que va más allá del presente.
La esperanza en el regreso de Jesús nos impulsa a vivir vigilantes y preparados.
En medio de tiempos inciertos, Jesús nos llama a permanecer firmes y vigilantes.
El Dios que adoramos no es de muertos, sino de vivos, y nos llama a vivir con la esperanza de la resurrección.
Rechazar a Jesús es rechazar la vida misma que Dios ofrece.
Jesús entra en nuestras vidas no con ostentación, sino con humildad y autoridad.
En el Reino de Dios, la verdadera grandeza se encuentra en servir, no en ser servido.
Seguir a Jesús requiere rendir lo que más valoramos para recibir lo que solo Él puede dar.
Cuando contemplamos a Jesús en su gloria, entendemos mejor quién es y qué vino a hacer.
Reconocer a Jesús como el Mesías implica seguirlo en el camino de la cruz.
La verdad vale más que la vida misma.
Jesús te envía equipado para cumplir su misión.
Un corazón cerrado pierde lo que Dios quiere hacer.
Lo que Dios siembra en ti crecerá, aunque no lo veas.
Tu respuesta a la Palabra define tu cosecha.
La verdadera familia se une por la voluntad de Dios.
¿Cómo respondes cuando seguir a Jesús implica costo?
¿Qué estás dispuesto a dejar para seguirle hoy?
Recuerda que Dios afirma tu identidad antes de tus logros.
¿Cómo vivirías si cada decisión la tomas con la eternidad en mente?
¿Cómo cambia tu vida diaria el saber que el Espíritu te transforma de gloria en gloria?
Descubre tu parte en la misión de Dios aquí y ahora.
La generosidad es fruto de una fe madura.
¿Cómo te anima saber que la muerte no tiene la última palabra?
¿Cómo te impulsa la esperanza de la resurrección a vivir hoy?
¿Dónde está puesta tu verdadera esperanza?
¿Vives cada día recordando que Cristo resucitó?
¿Cómo puedes honrar a Dios en tus decisiones diarias?
Corre tu carrera con propósito y dominio propio.
Tu situación actual puede ser parte del plan de Dios.
¿Cómo te reta el mensaje de la cruz frente a los valores del mundo?
Descubre cómo tu identidad en Cristo transforma tu día a día.
¿Qué práctica concreta te ayudaría a ejercitarte en la piedad, de forma sencilla y constante?
¿Qué cambios concretos puedes impulsar, junto con tu comunidad, para que la iglesia sostenga y muestre con claridad la verdad de Jesús?
¿Por qué es importante distinguir entre verdad y engaño cuando se habla del futuro?
¿Cómo transforma tu actitud diaria la esperanza del regreso de Cristo?
¿Qué decisiones te ayudan a avanzar y no quedarte estancado?
¿Cómo cambia tu identidad diaria saber que eres hijo y heredero por pura gracia?
¿Cómo renueva mi esperanza saber que la misericordia de Dios tiene la última palabra?
¿Cómo cambia tu esperanza y tu vida diaria saber que Dios estará contigo para siempre?
¿Cómo cambiaría tu manera de vivir si recordaras cada día que el Señor viene y que su paciencia es oportunidad para ti y para otros?
¿Cómo cambiaría tu manera de enfrentar la dificultad si la vieras como una oportunidad para glorificar a Dios?
¿Qué cambios concretos muestran que ya no vives para ti mismo, sino para Dios y para servir a otros?
¿Cómo cambia tu manera de vivir cuando tu esperanza no depende de las circunstancias, sino de lo que Dios ya aseguró en Cristo?
¿Cómo verías tu situación difícil si fuera parte del plan de Dios para hacerte más fuerte y más firme en la fe?
¿Crees que Dios puede traer justicia y restauración incluso en medio de la ruina?
¿Permites que Dios transforme tus caídas en misión?
¿Defiendes la verdad, aunque no sea fácil?
¿Qué decisión necesitas tomar respecto a Jesús hoy?
¿Vives buscando agradar a Dios, aunque eso signifique ser incomprendido o impopular?
¿Reconoces a Jesús como el único con poder para dar vida eterna?
Eres parte valiosa y activa del propósito de Dios, aun en medio de dificultades.
Deja que el perdón y la seguridad en Cristo transformen tus decisiones y emociones.