Huye, pelea y guarda (1 Timoteo 6:11–21)

Reconocer el llamado integral de Pablo: huir de lo que desvía, perseguir las virtudes del evangelio, pelear la buena batalla de la fe, vivir a la luz de la venida de Cristo, administrar con generosidad y guardar el depósito¹ recibido; para que la vida y la enseñanza reflejen a Jesús en lo cotidiano.

A veces te sorprendes corriendo… pero no sabes si huyes de lo correcto o persigues lo que importa. Entre noticias, metas y cuentas, el corazón se llena de “urgentes” que no siempre son “importantes”. Te propones “luchar por tu fe”, pero terminas peleando con personas o contigo mismo. También te preguntas qué hacer con lo que tienes: ¿guardar más, dar más, o ambas? Pablo cierra la carta con verbos claros que ordenan la vida. Mientras lees, pregúntate: si tu semana fuera una película, ¿qué mostraría que de verdad estás siguiendo a Cristo?

• ¿En qué situaciones te es más fácil huir (evitar, postergar) y en cuáles te es más natural perseguir (priorizar, buscar)?
• Cuando “peleas” por tus convicciones, ¿cómo puedes reconocer si estás protegiendo tu ego o realmente tu fe en Cristo?
• Al pensar en tus recursos (tiempo, dinero, habilidades), ¿qué sientes cuando Dios te llama a la generosidad y a confiar en Él como tu seguridad?

1. 6:11 — Huye… persigue. ¿De qué pide Pablo huir y qué seis virtudes manda perseguir? ¿Por qué la vida cristiana requiere renuncia y búsqueda al mismo tiempo? ¿Qué muestra hoy tu agenda acerca de lo que estás huyendo y lo que estás persiguiendo realmente?
2. 6:12 — Pelea. ¿Qué imágenes usa Pablo para hablar de la fe y del llamado? ¿Cómo te ayuda “tomar lo eterno” a resistir lo inmediato que presiona? ¿Qué conversaciones o hábitos muestran dónde estás dando la verdadera pelea… y dónde no?
3. 6:13–14 — Guarda el mandamiento. ¿Qué encargo solemne hace Pablo y hasta cuándo debe cumplirse? ¿Cómo cambia la obediencia diaria cuando se vive a la luz de la venida de Cristo? Si miraras tu semana “desde el Día de su aparición”, ¿qué mantendrías igual y qué ajustarías?
4. 6:15–16 — Doxología (palabras de adoración). ¿Qué atributos de Dios resalta Pablo? ¿Por qué la adoración sostiene la obediencia en tiempos de presión? ¿Qué verdad sobre Dios necesitas tener más presente para ordenar tus deseos y temores
5. 6:17–19 — A los ricos en este siglo. ¿Qué prohíbe Pablo y qué ordena? ¿Cómo se ve una esperanza puesta en Dios y no en la riqueza? ¿Qué evidencia honesta mostraría en tu vida una generosidad nacida de confianza en Dios y no de culpa?
6. 6:20–21 — Guarda el depósito (el evangelio que se te ha confiado). ¿Qué dos acciones pide Pablo respecto al evangelio y a los discursos engañosos? ¿Qué significa guardar sin aislarse y evitar sin volverse hostil? ¿Qué filtros concretos usas hoy para proteger tu mente y tu ministerio de lo que parece “saber”… pero desvía de la verdad?

Reflexión teológica
El cierre de la carta dibuja una vida bien orientada: identidad (“hombre/mujer de Dios”), dirección (huir/persiguir), combate (pelea de la fe), esperanza (aparición de Cristo), adoración (Dios soberano), mayordomía (generosidad que descansa en Dios) y fidelidad doctrinal (guardar el depósito). La piedad no huye del mundo: huye del mal deseo, abraza el bien y sirve a otros desde una esperanza sólida.

1. Corta y corre: identifica un contenido o hábito que enfría tu fe y evítalo esta semana; en su lugar, busca una práctica que alimente tu fe.
2. Confiesa y adora: toma 5 minutos para confesar en voz alta tu fe y adorar a Dios por un atributo del v.15–16 antes de una decisión importante.
3. Confía: elige una oportunidad concreta de hacer el bien con tus recursos (tiempo o dinero) y hazlo al menos una vez esta semana, dando gracias a Dios como tu seguridad.

Señor, enséñame a huir de lo que me desvía, perseguir lo que te agrada y pelear la buena batalla con esperanza. Que tu grandeza me guíe, tu venida me anime, tu verdad me guarde y tu generosidad me haga generoso. Amén.