Jesús, aprobado por el Padre (Marcos 1:9–13)

Recuerda que Dios afirma tu identidad antes de tus logros.

📖 Marcos 1:9-13

Bautismo y tentación de Jesús

Cierto día, Jesús llegó de Nazaret de Galilea, y Juan lo bautizó en el río Jordán. 10 Cuando Jesús salió del agua, vio que el cielo se abría y el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma. 11 Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo».

12 Luego el Espíritu lo impulsó a ir al desierto, 13 donde Jesús fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Estaba a la intemperie entre los animales salvajes, y los ángeles lo cuidaban.

Textos bíblicos tomados de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente® (NTV). Copyright © 1996, 2006, 2010, 2015 por Tyndale House Foundation. Usado con permiso de Tyndale House Publishers Inc. Todos los derechos reservados.

Bautismo y tentación de Jesús

Sucedió que en aquellos días Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10 Inmediatamente, al salir del agua, vio que los cielos se abrían, y que el Espíritu descendía sobre Él como una paloma; 11 y vino una voz de los cielos, que decía: «Tú eres Mi Hijo amado, en Ti me he complacido».

12 Enseguida el Espíritu lo impulsó a ir al desierto. 13 Y estuvo en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; y estaba entre las fieras, y los ángeles le servían.

Textos bíblicos tomados de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA), Copyright © 2005 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. www.NuevaBiblia.com

El bautismo de Jesús

Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10 Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. 11 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.

Tentación de Jesús

12 Y luego el Espíritu le impulsó al desierto. 13 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.

Textos bíblicos tomados de la Reina-Valera 1960 (RVR1960). Copyright © 1960 por la Sociedad Bíblica Americana. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.

❤️ Estudio Bíblico Guiado

🎯 Objetivo pedagógico

Reconocer que la identidad de Jesús, y la nuestra en Él, está fundamentada en el amor y la aprobación del Padre, no en el rendimiento personal, y que esta verdad nos sostiene en tiempos de prueba.

📂 Introducción reflexiva

Vivimos en una cultura que aplaude logros y premia el desempeño. Muchos sienten que su valor depende de lo que hacen, producen o alcanzan. Sin embargo, antes de que Jesús predicara un solo sermón o hiciera un milagro, el Padre declaró: “Tú eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo”. Esta declaración no solo reveló quién era Jesús, sino que también marcó el inicio de su ministerio. Inmediatamente después, el Espíritu lo llevó al desierto para enfrentar tentaciones. Esta secuencia nos enseña que la identidad en Dios no se construye en la comodidad, sino que se afirma incluso en medio de las pruebas.

💬 Preguntas de conexión personal
  • ¿Alguna vez te has sentido valorado solo por lo que logras o produces?
  • ¿Qué impacto tendría en ti escuchar a Dios decirte hoy: “Eres mi hijo/a amado/a”?
  • ¿Cómo sueles reaccionar cuando enfrentas pruebas o tentaciones?
🔎 Exploración profunda del texto
  1. Jesús es bautizado por Juan en el Jordán (v.9). ¿Por qué crees que Jesús, sin pecado, decide ser bautizado? ¿Qué enseña esto sobre su identificación con nosotros?
  2. Al salir del agua, el cielo se abre y el Espíritu desciende como paloma sobre Él (v.10). ¿Qué significa que el Espíritu Santo repose sobre Jesús desde el inicio de su ministerio? ¿Cómo cambia esto tu visión sobre la importancia del Espíritu en tu vida diaria?
  3. Una voz del cielo declara: “Tú eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo” (v.11). ¿Qué implica que la aprobación de Dios sobre Jesús no dependiera de logros previos? ¿Qué cambiaría en tu vida si vivieras desde esa aprobación divina?
  4. Inmediatamente, el Espíritu impulsa a Jesús al desierto (v.12). ¿Qué nos enseña que la misma guía del Espíritu lleve a Jesús a un lugar de prueba? ¿Has experimentado temporadas difíciles después de momentos espirituales significativos?
  5. En el desierto, Jesús es tentado por Satanás, está con las fieras y los ángeles le sirven (v.13). ¿Qué revela esto sobre el cuidado y la soberanía de Dios en medio de la prueba? ¿Cómo puedes confiar más en su protección y provisión esta semana?

Reflexión teológica
El bautismo de Jesús revela que su ministerio comienza con la afirmación del Padre y la presencia del Espíritu. Esta identidad es puesta a prueba de inmediato en el desierto, mostrando que la fidelidad no depende de las circunstancias, sino de la certeza de quién somos en Dios. En Cristo, recibimos la misma aprobación: somos hijos amados antes de hacer o lograr algo.

👣 Transformación
  1. Reflexiona en tu identidad como hijo/a de Dios leyendo Juan 1:12; escribe en una frase lo que significa para ti ser parte de su familia.
  2. Identifica una tentación recurrente y ora cada día pidiendo que el Espíritu Santo te guíe y fortalezca para resistirla.
  3. Busca un versículo que te recuerde la fidelidad de Dios en tiempos de prueba y colócalo en un lugar visible de tu casa.
🙏 Oración sugerida

Padre, gracias porque en Cristo me llamas tu hijo amado y te complaces en mí. Afirma esta verdad en mi corazón, especialmente en momentos de prueba. Lléname de tu Espíritu y ayúdame a vivir con la seguridad de tu amor. Amén.

🛠️ Recursos Extra para Facilitadores

  • Versículo para memorizar: Marcos 1:11
  • Referencias cruzadas: Isaías 42:1; Mateo 3:13–17; Romanos 8:15–16
  • Dinámica grupal: Pide a cada participante que escriba en una tarjeta su nombre y, debajo, la frase “Hijo/a amado/a de Dios”; después, leerla en voz alta y orar unos por otros afirmando esa identidad.
  • Aplicación familiar: Realizar una “ceremonia de afirmación” donde los miembros de la familia se digan mutuamente palabras de aliento y recordatorio de su valor en Dios.
  • Advertencia pastoral: La aprobación de Dios no nos exime de pruebas; Él las usa para fortalecernos y afirmarnos en su propósito.
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