Jesús calma la tormenta (Marcos 4:35–41)

Reconocer que Jesús tiene autoridad sobre la naturaleza y sobre nuestras tormentas internas, para aprender a confiar en su presencia y poder en medio de la adversidad.

Todos hemos pasado por momentos que se sienten como tormentas: problemas familiares, crisis económicas, noticias inesperadas. En medio de esas situaciones podemos sentir que Dios está ausente o en silencio. Los discípulos vivieron algo parecido en el lago de Galilea: una tormenta que parecía hundirlos, mientras Jesús dormía. La pregunta es: ¿qué haces tú cuando sientes que Dios está en silencio en medio de tu tormenta?

• ¿Qué situación reciente en tu vida se sintió como una tormenta?
• ¿Cómo sueles reaccionar primero: con miedo, con acción inmediata, con oración, con enojo?
• ¿Qué significa para ti confiar en Jesús cuando parece que no responde?

1. 4:35 — La iniciativa de Jesús. ¿Quién propone cruzar al otro lado del lago? ¿Qué enseña esto sobre que Jesús mismo guía incluso hacia situaciones desafiantes? ¿Qué decisiones en tu vida fueron iniciadas por Jesús y luego se complicaron?
2. 4:36–37 — La tormenta repentina. ¿Cómo describe Marcos la fuerza del viento y las olas? ¿Qué nos enseña esto sobre lo inesperado de las pruebas? ¿Qué tormenta repentina te ha sorprendido y cómo reaccionaste?
3. 4:38 — Jesús duerme en la barca. ¿Qué hicieron los discípulos al ver que Jesús dormía? ¿Qué nos enseña sobre nuestra tendencia a pensar que Dios no se preocupa? ¿Qué oración honesta le harías a Jesús en medio de tu tormenta?
4. 4:39 — La calma con su palabra. ¿Qué dijo Jesús y qué pasó de inmediato? ¿Qué revela esto sobre su autoridad? ¿Qué palabra de Cristo necesitas recordar hoy para traer calma a tu corazón?
5. 4:40–41 — El temor y la fe. ¿Qué pregunta hace Jesús a sus discípulos? ¿Qué revela su reacción final sobre su identidad? ¿Cómo puedes transformar tu miedo en confianza reconociendo quién es Jesús?

Reflexión teológica
Este relato muestra que Jesús no es indiferente al peligro, sino soberano sobre él. Su palabra tiene poder para calmar la creación, revelando su identidad divina. La tormenta saca a la luz la fe débil de los discípulos, pero también los lleva a preguntar: “¿Quién es este?”. En nuestras tormentas, el verdadero aprendizaje no es que todo se calme rápido, sino descubrir quién está con nosotros en la barca: el Señor del cielo y la tierra.

1. Identifica tu “tormenta” actual y ora entregándosela a Jesús con esta frase: “Señor, sé que estás en mi barca”.
2. Memoriza una promesa de la Biblia para repetirla en momentos de ansiedad o miedo.
3. Cuenta a alguien cercano cómo Jesús te sostuvo en medio de una dificultad, como testimonio de su fidelidad.

Señor Jesús, gracias porque no nos abandonas en medio de las tormentas. Aumenta nuestra fe para confiar en tu poder y tu amor, aunque todo parezca estar fuera de control. Haznos recordar siempre que tú estás en la barca con nosotros. Amén.