Juan 3:1–21

Comprender que el nuevo nacimiento por obra del Espíritu es necesario para entrar en el reino de Dios, para vivir confiados en el amor de Dios y en la salvación que Jesús ofrece por gracia.

Todos entendemos lo que es un nuevo comienzo: un cambio de trabajo, un matrimonio, un nacimiento, un nuevo país o una nueva etapa. Pero Jesús habla de un comienzo mucho más radical: “nacer de nuevo”. Nicodemo, un líder religioso respetado, buscó a Jesús de noche para entender más de su enseñanza, pero Jesús lo sorprendió con esta verdad: no basta con religión o conocimiento; se necesita un nacimiento espiritual que solo Dios puede dar. Y en medio de esta conversación surge la promesa más grande: el amor de Dios demostrado en Cristo. La pregunta es: ¿quieres vivir desde ese nuevo nacimiento?

• ¿Qué experiencias de “nuevo comienzo” has vivido en tu vida?
• ¿Qué diferencia notas entre “cambiar un hábito” y “nacer de nuevo”?
• ¿Cómo recibes la idea de que la fe no es un esfuerzo humano, sino un regalo del Espíritu?

1. 3:1–2 — Nicodemo busca a Jesús. ¿Quién era Nicodemo y cómo se acercó a Jesús? ¿Qué nos dice esto sobre su interés y sus miedos? ¿Qué significa para ti acercarte a Jesús con tus preguntas, incluso de noche?
2. 3:3–4 — La necesidad de nacer de nuevo. ¿Qué afirma Jesús sobre entrar en el reino de Dios? ¿Por qué Nicodemo se confunde con la idea de volver a nacer? ¿Qué cosas en tu vida muestran la diferencia entre religión y nuevo nacimiento?
3. 3:5–8 — Nacer del agua y del Espíritu. ¿Qué enseña Jesús sobre el nuevo nacimiento? ¿Qué significa la comparación con el viento? ¿Cómo puedes reconocer la obra del Espíritu en tu vida aunque no lo veas físicamente?
4. 3:9–13 — La dificultad de creer. ¿Qué muestra la pregunta de Nicodemo: “¿Cómo puede ser esto?”? ¿Por qué Jesús dice que él, como maestro, debería entenderlo? ¿Qué obstáculos encuentras tú para confiar plenamente en lo que Jesús dice?
5. 3:14–17 — El Hijo levantado y el amor de Dios. ¿Qué significa que Jesús sea levantado como la serpiente en el desierto (Números 21)? ¿Qué nos revela el famoso v.16 sobre el amor de Dios por el mundo entero? ¿Qué cambia en tu manera de ver a Dios al creer que no envió a su Hijo para condenar, sino para salvar?
6. 3:18–21 — La luz y la respuesta humana. ¿Qué contraste presenta Jesús entre creer y no creer? ¿Por qué algunos aman más la oscuridad que la luz? ¿Cómo puedes elegir caminar en la luz de Cristo en tu vida diaria?

Reflexión teológica
Este pasaje nos recuerda que el nuevo nacimiento es una obra del Espíritu Santo: no es moralismo, ni conocimiento acumulado, ni tradiciones religiosas. Solo quien nace de nuevo puede entrar al reino de Dios. Jesús anuncia su obra redentora al compararse con la serpiente levantada en el desierto: así como los israelitas fueron salvados al mirar, también la fe en Cristo crucificado y resucitado da vida eterna. En el centro está el amor incondicional de Dios: no vino a condenar, sino a salvar. Pero ese amor exige una respuesta: creer y vivir en la luz de Cristo.

1. Ora cada mañana: “Espíritu Santo, renuévame hoy y hazme vivir como nacido de nuevo”.
2. Si todavía no has nacido de nuevo, lee Juan 3:16 poniendo tu nombre en el versículo (“Porque de tal manera amó Dios a _…”) y haz una oración sencilla: “Jesús, creo en ti y quiero recibir tu vida nueva”.
3. Elige caminar en la luz: identifica una decisión o hábito que está en “oscuridad” y ora entregándolo a Cristo para vivir en su verdad.

Señor Jesús, gracias porque me diste un nuevo nacimiento, no por mis fuerzas, sino por tu Espíritu. Gracias por tu amor que me alcanza y me salva. Ayúdame a vivir en tu luz, confiando cada día en tu gracia y compartiendo tu amor con otros. Amén.