No temas en medio de la tormenta (Juan 6:16–24)

Identificar situaciones de temor, incertidumbre o “tormenta”, y descubrir que Jesús está presente y tiene poder sobre toda circunstancia, invitándonos a confiar aun cuando no vemos la salida.

Todos vivimos momentos donde parece que las olas nos sobrepasan y la oscuridad nos rodea. Puede ser una crisis familiar, una mala noticia, un problema financiero o una decisión difícil. Es natural sentir temor cuando no vemos la solución ni el final del problema. Pero en la tormenta, Jesús se acerca y nos dice: “Soy yo, no tengan miedo”. Él llega a tiempo, a veces de formas inesperadas, para recordarnos que su presencia es mayor que cualquier dificultad.

• ¿Recuerdas una ocasión en que sentiste temor por algo fuera de tu control?
• ¿Qué haces normalmente cuando enfrentas situaciones que te sobrepasan?
• ¿En qué área de tu vida sientes que la “tormenta” no termina y te cuesta confiar en Dios?

1. Los discípulos suben a la barca y cruzan el lago al anochecer, y Jesús no estaba con ellos (v.16–17). ¿Cómo te imaginas el ambiente de esa noche, sabiendo que Jesús no estaba físicamente presente? ¿Te identificas con momentos donde te sientes solo/a frente a un desafío?
2. Sopla un fuerte viento y el mar se agita; los discípulos reman sin avanzar (v.18–19). ¿Qué emociones surgen cuando sientes que tus esfuerzos no dan fruto y todo parece empeorar? ¿Hay alguna “tormenta” actual en la que te sientes agotado/a?
3. Ven a Jesús acercándose, caminando sobre el agua, y se asustan (v.19). ¿Por qué crees que, a veces, nos asusta la forma en que Dios responde o se manifiesta? ¿Te cuesta reconocer la presencia de Dios en medio de la dificultad?
4. Jesús les dice: “Soy yo, no tengan miedo” (v.20). ¿Qué impacto tiene para ti escuchar estas palabras en medio de tus propias tormentas? ¿Qué podrías hacer para recordar su presencia cuando el temor quiera dominarte?
5. Lo reciben en la barca, y enseguida llegan a su destino (v.21). ¿Qué significa para ti “recibir a Jesús en la barca” de tu vida y tus problemas? ¿Cómo has experimentado que las situaciones cambian cuando decides confiar y descansar en Él?

Reflexión teológica
La fe no elimina las tormentas, pero transforma nuestra experiencia dentro de ellas. Jesús puede parecer distante o llegar de forma inesperada, pero siempre está atento y presente. Su poder es mayor que el caos y el miedo, y su palabra trae paz y dirección. Confiar en Él no es negar la dificultad, sino elegir creer que su presencia basta y que Él llevará nuestra “barca” a buen puerto.

1. Nombra tu tormenta: Escribe la situación específica que hoy te causa temor, ansiedad o incertidumbre.
2. Ora con honestidad: Lleva tu temor a Jesús en oración, pidiéndole que se revele en medio de tu dificultad y que te ayude a confiar.
3. Busca apoyo: Habla con alguien de confianza y pídele que ore contigo por esta tormenta; juntos recuerden que Jesús está presente, aunque la solución aún no se vea.

Señor Jesús, reconozco que hay tormentas en mi vida que me superan y me llenan de temor. Gracias porque tú te acercas y me dices: “No tengas miedo”. Hoy decido recibirte en mi barca y confiar en tu poder y en tu amor. Dame paz y fortaleza para avanzar, sabiendo que no estoy solo/a. Amén.