Palabras de vida eterna (Juan 6:60–71)

Aprender a permanecer en Jesús aunque sus palabras resulten difíciles de aceptar, para afirmar nuestra fe en Él como único Señor que da vida eterna.

Todos enfrentamos momentos en los que seguir a Jesús se vuelve difícil: cuando su Palabra confronta nuestro estilo de vida, cuando las circunstancias parecen contradecir nuestra fe, o cuando otros deciden apartarse. En este pasaje, muchos que habían seguido a Jesús se escandalizaron y lo dejaron. Pero Pedro reconoció una verdad decisiva: aunque no entendamos todo, solo Jesús tiene palabras de vida eterna. La pregunta es: ¿qué harás tú cuando seguir a Jesús sea desafiante?

• ¿Has tenido momentos en que las palabras de Jesús te resultaron difíciles de aceptar?
• ¿Qué emociones sientes al ver que otros abandonan la fe o se alejan de Cristo?
• ¿Qué suele ser más fuerte en tu vida: la búsqueda de comodidad o el deseo de permanecer cerca de Jesús?

1. 6:60–61 — Palabras difíciles de aceptar. ¿Qué reacción tuvieron muchos discípulos? ¿Por qué Jesús les dice que no murmuren? ¿Qué nos enseña esto sobre la confrontación de la verdad?
2. 6:62–64 — El escándalo de la cruz. ¿Qué significa la pregunta sobre ver al Hijo del Hombre subir al cielo? ¿Por qué la obra del Espíritu es esencial para la fe? ¿Qué diferencia hay entre seguir a Jesús por conveniencia y creer por obra del Espíritu?
3. 6:65–66 — El abandono de muchos. ¿Por qué muchos dejaron de seguir a Jesús? ¿Qué nos enseña esto sobre la superficialidad en el discipulado? ¿Cómo puedes cultivar una fe firme que resista momentos difíciles?
4. 6:67–69 — La confesión de Pedro. ¿Qué pregunta hace Jesús a los Doce? ¿Qué revela la respuesta de Pedro sobre su fe? ¿Qué significa reconocer a Jesús como “el Santo de Dios”?
5. 6:70–71 — La advertencia sobre Judas. ¿Por qué Jesús menciona a Judas en este contexto? ¿Qué nos enseña sobre la diferencia entre estar cerca de Jesús externamente y creer en Él de verdad?

Reflexión teológica
Este pasaje muestra la división que provoca el evangelio: algunos se alejan al no poder aceptar las palabras de Jesús, mientras otros permanecen porque reconocen que solo en Él hay vida eterna. La fe verdadera no depende de que todo sea fácil o entendible, sino de confiar en que Jesús es el único camino. Pedro nos recuerda que no hay alternativa real: apartarse de Cristo es volver al vacío, pero permanecer en Él es tener vida eterna. La mención de Judas advierte que estar cerca de Jesús físicamente no garantiza fe verdadera; se requiere una entrega del corazón.

1. Identifica una palabra de Jesús que te resulta difícil de aceptar y ora pidiendo al Espíritu Santo que te ayude a obedecerla con fe.
2. Afirma tu fe como Pedro: repite en oración durante la semana “Señor, ¿a quién iré? Tú tienes palabras de vida eterna”.
3. Busca apoyo: Habla con un creyente maduro sobre tus luchas con algún aspecto de la fe y pidan juntos fuerza para permanecer fieles a Jesús.

Señor Jesús, gracias porque en ti encuentro las palabras que dan vida eterna. Ayúdame a permanecer en ti, incluso cuando tu Palabra me desafía o no entiendo todo. Dame fe firme como la de Pedro y guárdame de apartarme de ti. Amén.