Testigos de Jesús (Juan 5:31–47)

Reconocer los testimonios que confirman quién es Jesús, para aprender a confiar más en Él y a revisar si nuestra vida refleja fe genuina o simple religiosidad.

Cuando alguien hace una afirmación importante, solemos pedir testigos o pruebas para verificarlo. Jesús enfrentaba esa misma exigencia: los líderes religiosos no creían en su palabra. Pero Él no quedó sin respaldo. Señaló a varios testigos: Juan el Bautista, sus obras milagrosas, la voz del Padre y las Escrituras. Todos coincidían en un mismo mensaje: Jesús es el Hijo enviado por Dios. La pregunta para es: ¿qué evidencias fortalecen tu fe en que Jesús es realmente el Hijo de Dios?

• ¿Qué tipo de evidencias te ayudan a confiar más en algo o alguien?
• ¿Qué “testigos” fortalecen tu fe personal en Jesús hoy?
• ¿Cómo diferencias entre una fe viva en Cristo y una religiosidad centrada solo en rituales o conocimiento?

1. 5:31–35 — El testimonio de Juan el Bautista. ¿Qué papel tuvo Juan como testigo? ¿Por qué Jesús dice que su testimonio no depende solo de Juan? ¿Cómo puede tu testimonio también apuntar a Cristo?
2. 5:36 — Las obras de Jesús. ¿Qué significan las “obras” que Jesús menciona? ¿Cómo confirman que fue enviado por el Padre? ¿Qué obras ves hoy en tu vida o alrededor que fortalecen tu confianza en Él?
3. 5:37–38 — El testimonio del Padre. ¿De qué manera el Padre dio testimonio de Jesús? ¿Por qué los líderes no lo recibieron? ¿Qué nos enseña esto sobre la necesidad de abrir el corazón para escuchar la voz de Dios?
4. 5:39–40 — El testimonio de las Escrituras. ¿Qué reproche hace Jesús sobre el uso que daban los judíos a las Escrituras? ¿Cómo podemos nosotros caer en el mismo error de leer la Biblia sin encontrarnos realmente con Jesús?
5. 5:41–44 — La gloria humana vs. la gloria de Dios. ¿Qué obstáculo tenían los líderes para creer? ¿Qué significa buscar la gloria de los hombres en lugar de la gloria de Dios? ¿Cómo puedes examinar tus motivaciones de fe?
6. 5:45–47 — El testimonio de Moisés. ¿Por qué menciona Jesús a Moisés como testigo en su contra? ¿Qué relación hay entre la Ley y la fe en Cristo? ¿Qué nos enseña esto sobre la unidad de toda la Escritura que apunta a Jesús?

Reflexión teológica
Jesús no se presentó con un testimonio aislado: múltiples voces confirmaban quién era Él. Juan el Bautista lo señaló, sus milagros lo respaldaron, el Padre dio testimonio y las Escrituras lo anunciaron. Sin embargo, muchos no creyeron porque buscaban la gloria humana en lugar de la gloria de Dios. El mensaje es claro: la verdadera fe no depende de evidencias externas, sino de un corazón dispuesto a recibir lo que Dios ya ha mostrado en Cristo. Toda la Biblia apunta a Él, y quien lo recibe tiene la vida.

1. Haz memoria de los testimonios: Escribe tres formas en las que Dios se ha hecho evidente en tu vida (personas, experiencias, pasajes bíblicos, milagros, cambios). Da gracias por ellas.
2. Lee esta semana un pasaje del Antiguo Testamento (por ejemplo, Isaías 53 o Deuteronomio 18:15–18) y reflexiona en cómo apunta a Jesús.
3. Examina tu corazón: ¿buscas más la aprobación de las personas o la gloria de Dios? Ora pidiendo vivir para agradarle solo a Él.

Señor Jesús, gracias porque no viniste solo, sino con el respaldo del Padre, de tus obras y de las Escrituras. Abre mis ojos para reconocerte en la Palabra y en mi vida. Ayúdame a vivir buscando tu gloria y no la de los hombres. Amén.