Todo se ha cumplido (Juan 19:17–37)

Reconocer en la cruz el cumplimiento del plan de Dios y el amor perfecto de Jesús, para vivir con gratitud, confianza y entrega total a Aquel que dio su vida por nosotros.

Las últimas palabras de una persona suelen marcar profundamente. En la cruz, Jesús pronunció una frase decisiva: “Consumado es”. No era un grito de derrota, sino de victoria. Todo lo que el Padre había planeado, todo lo que los profetas habían anunciado, todo lo necesario para nuestra salvación, quedó cumplido. La cruz no es solo un evento histórico, sino el acto supremo de amor donde Jesús cargó con nuestro pecado y abrió el camino hacia el Padre. La pregunta es: ¿Cómo transforma tu vida saber que en la cruz Jesús terminó la obra de tu salvación?

• ¿Qué sentimientos te provoca contemplar a Jesús en la cruz?
• ¿Cómo respondes normalmente cuando enfrentas dolor o sacrificio?
• ¿Qué significa para ti que tu salvación no depende de tus obras, sino de lo que Jesús consumó en la cruz?

1. 19:17–22 — Jesús, Rey crucificado. ¿Qué ironía se ve en el título colocado sobre la cruz (“Jesús Nazareno, Rey de los judíos”)? ¿Por qué fue escrito en tres lenguas? ¿Qué nos enseña esto sobre la universalidad del mensaje de la cruz?
2. 19:23–24 — Las vestiduras repartidas. ¿Qué profecía se cumple en el reparto de las ropas de Jesús? ¿Cómo muestra esto que cada detalle estaba en el plan de Dios? ¿Qué seguridad te da saber que Dios cumple sus promesas aun en medio del sufrimiento?
3. 19:25–27 — Jesús cuida a su madre. ¿Qué revela la actitud de Jesús hacia María en medio del dolor extremo? ¿Cómo enseña esto la importancia de cuidar a otros aun en nuestras pruebas? ¿Quién necesita hoy tu cuidado en medio de tu propia rutina?
4. 19:28–30 — “Consumado es”. ¿Qué significa que Jesús cumplió todo? ¿Por qué es importante que entregara el espíritu voluntariamente? ¿Qué cambia en tu fe recordar que la obra de salvación ya está completa?
5. 19:31–34 — Sangre y agua. ¿Qué detalle da Juan sobre la lanza en el costado de Jesús? ¿Qué simbolismo hay en la sangre y el agua? ¿Cómo entiendes que de la cruz fluyen vida, perdón y purificación?
6. 19:35–37 — Testimonio y cumplimiento. ¿Por qué Juan insiste en que su testimonio es verdadero? ¿Qué profecías se cumplieron en la crucifixión? ¿Cómo fortalece esto tu confianza en la Palabra de Dios?

Reflexión teológica
La cruz es el centro de la fe cristiana: allí se revela la gloria de Dios, el amor del Hijo y el cumplimiento de las Escrituras. Jesús no murió como víctima pasiva, sino como el Cordero que voluntariamente entregó su vida. Su “Consumado es” declara que la salvación ya está asegurada. La sangre y el agua del costado recuerdan que de Cristo fluye perdón y vida nueva. La cruz no es derrota, es victoria.

1. Escribe una oración de gratitud a Jesús por su sacrificio en la cruz y léela cada día esta semana.
2. Haz un acto concreto de amor y servicio a alguien, recordando cómo Jesús cuidó incluso en su sufrimiento.
3. Cada vez que enfrentes culpa o inseguridad, repite: “Jesús ya lo consumó por mí”.
4. Si aún no has recibido su perdón, cree en Jesús y acepta por fe lo que Él consumó en la cruz por ti. Puedes hacerlo con una oración sencilla como: “Señor Jesús, creo que en la cruz pagaste por mis pecados. Te entrego mi vida y recibo tu perdón. Quiero seguirte desde hoy”.

Jesús, gracias porque en la cruz lo cumpliste todo. Gracias por tu amor que me perdona, me limpia y me da vida. Ayúdame a vivir cada día con gratitud y confianza en tu obra perfecta. Amén.