Uno con el Padre (Juan 10:22–42)

Reconocer que Jesús es uno con el Padre y da seguridad eterna a sus ovejas, para responder con fe firme y confianza total en su cuidado.

Vivimos en un mundo donde todo parece inseguro: trabajos, relaciones, salud, hasta la fe puede sentirse frágil cuando enfrentamos oposición o dudas. En la Fiesta de la Dedicación, Jesús vuelve a hablar en el templo y enfrenta a los líderes que insisten en saber si es el Mesías. Su respuesta es clara: sus obras lo confirman, sus ovejas lo conocen y nadie puede arrebatar a sus hijos de su mano, porque Él y el Padre son uno. Esta declaración desata enojo y violencia, pero también revela la seguridad inquebrantable que tenemos en Cristo. La pregunta es: ¿vives cada día confiando en la mano de Dios que nunca te suelta?

• ¿Qué cosas de tu vida te hacen sentir inseguro o con temor de perder el rumbo?
• ¿Alguna vez experimentaste la seguridad de estar “en manos de alguien” que no te soltó?
• ¿Qué significa para ti confiar en que nada ni nadie puede arrebatarte de la mano de Jesús?

1. 10:22–24 — La pregunta en la Fiesta. ¿Qué contexto da el evangelista sobre el tiempo y lugar? ¿Qué piden los judíos a Jesús? ¿Qué muestra esta insistencia sobre su incredulidad?
2. 10:25–26 — Las obras como testimonio. ¿Qué responde Jesús a la petición de prueba? ¿Qué revela la incredulidad de quienes no son sus ovejas? ¿Cómo puedes reconocer hoy la obra de Dios en tu vida como confirmación de quién es Jesús?
3. 10:27–28 — Las ovejas y la vida eterna. ¿Qué características tienen las ovejas de Jesús? ¿Qué promete Él a quienes lo siguen? ¿Qué significa para ti vivir con la certeza de vida eterna?
4. 10:29 — La seguridad en la mano del Padre. ¿Qué enseña Jesús sobre la grandeza del Padre y la seguridad de sus ovejas? ¿Cómo puedes aplicar esta verdad cuando sientes miedo o inseguridad?
5. 10:30 — El Padre y Yo somos uno. ¿Qué significa esta declaración? ¿Por qué provoca tanta reacción? ¿Cómo refuerza tu fe saber que Jesús es uno con el Padre?
6. 10:31–42 — Rechazo y testimonio final. ¿Cómo reaccionan los judíos ante esta afirmación? ¿Qué argumentos ofrece Jesús sobre sus obras y la Escritura? ¿Qué nos enseña este pasaje sobre la oposición y la perseverancia en la fe?

Reflexión teológica
Este pasaje afirma con claridad la unidad esencial entre el Hijo y el Padre. No son dos dioses separados, sino uno en esencia y obra. Por eso Jesús puede garantizar vida eterna y seguridad absoluta a sus ovejas: porque su poder es el mismo poder del Padre. Esta unidad es la base de nuestra fe y confianza: no dependemos de nuestra fuerza, sino de la mano poderosa de Dios. La reacción violenta de los líderes muestra que la revelación de Jesús confronta el corazón humano. Sin embargo, para quienes son sus ovejas, estas palabras son un refugio de seguridad y paz.

1. Esta semana, cada vez que sientas temor o inseguridad, repite en oración: “Nadie me arrebatará de la mano de Dios”.
2. Agradece a Jesús por darte vida eterna y busca compartir esa esperanza con alguien que vive con miedo a la muerte o a la inseguridad.
3. Haz un gesto concreto de confianza: entrégale a Jesús en oración un área de tu vida donde sueles sentirte inestable.

Señor Jesús, gracias porque soy una de tus ovejas y me das vida eterna. Creo que Tú y el Padre son uno, y que nada ni nadie puede arrebatarme de Su mano. Dame fe para vivir cada día con confianza, aun en medio de la oposición o la inseguridad. Amén.